miércoles, 15 de mayo de 2013

Capítulo 1



 Una concepción distinta del mundo, moldeada a base de demasiada voluntad mal enfocada, de una vida de amaneceres ilusos, multitud de sueños encerrados en un baúl olvidado que custodia la cordura, besos a contra reloj y la espera de un momento que jamás llega.

En el lienzo del horizonte una ardilla jugaba al despiste con el pincel que dibujaba en los ojos de Yeyé aquel idílico paisaje,  ante un silencio que sólo rompía el bastón del anciano al andar y una brisa que acariciaba a la tierra y llenaba los pulmones de un aire puro que sólo los necios lo desaprovechaban fumando.

Sus arrugas eran renglones de su vida que se habían torcido a voluntad del tiempo que los moldeaba, otorgando al anciano de la sabiduría que le caracterizaba. Tenía el pelo negro, una barba tupida y un cuerpo bastante destruido por la edad y su capacidad para echar por tierra menospreciando cualquier diagnóstico médico.

Hay gente que tiene un cementerio de sueños bajo la almohada. Sueños que dejan de perseguir al inclinarse de la cama porque” los sueños sueños son” y no hay peor verdugo para las ilusiones que las ataduras.

Yeyé no era así.

sábado, 9 de marzo de 2013

El trece de mi martes




Juego al escondite con mi propia sombra para ver si puedo despistarla y concederme un instante a solas.
Giro para perder el norte y encontrarme a mi mismo.
Despisto al viento doblando esquinas.

Entre tanto juego, giro y tanto doblar esquinas me he perdido. Suena a paradoja.

Soy feliz, mucho. Pero hay algo que sin duda echo en falta y ese eres Tú. La misma persona que me ha hecho cambiar mi forma de ver la vida es la única que carece de ella.
Pensé que lo superaría, que el tiempo daba puntos de sutura con un hilo hecho de recuerdos y sin embargo ese hilo está sirviendo para tejer mi propia tela de araña que me impide avanzar,que me ahoga cuando pienso en ti.

No soy el mismo desde que te fuiste.
Antes era feliz sin hacer esfuerzos, mi cara está hecha para sonreir. Ahora cada vez que me levanto tengo que darme una palmadita en la espalda,deshacerme el nudo de la garganta, atarme las zapatillas y echar a andar pensando en todo lo que tengo.

Ya lo dije una vez:

"Yo, en mi afán por escribir una oda al tiempo con tinta china, y tú escribiendo en el dorso de la historia de mi vida unos versos dorados que hablan de lo que hemos vivido juntos."

Me enorgullezco por haber formado parte de tu vida pero eso no significa que no me entristezca que no sigas escribiendo tus versos.
Mi vida jamás será igual después de haberte conocido hermano.
Te quiero